Además de las actuaciones antes descritas, en determinados casos es necesario realizar inversiones que den soluciones a problemas puntuales en los que el polvo queda en suspensión y susceptible de ser respirado por el trabajador. Estás, como el resto, deberán de ser planificadas estableciéndose una prioridad, un responsable, un presupuesto y una fecha prevista de ejecución.