COMINROC, representa a subsectores mineros que, según datos de la Estadística Minera de España, suponen un 99% del total de la industria extractiva española (2.726 explotaciones, (-1,7%)) y 171.400 trabajadores del sector.

La industria extractiva española representa:

  • 68.183 empleos directamente vinculados con la parte extractiva del sector (incluyendo transporte e indirectos). De ellos, 16.698 (-0,7%) trabajadores directos (82%) y + 5.741 (+3,0%) trabajadores subcontratados en minería (62%).
  • 103.200 empleos directos de la parte industrial del sector.
  • Además, de a 1,66 millones de trabajadores en industrias que no podrían existir sin el suministro de las rocas y minerales españoles (construcción, metalurgia, química, y fabricación de bienes de equipo).

Se han producido 187 Mt (+8,2%) de rocas y minerales industriales (95%), con 1.946 (-2,3%) M€ de valor de la producción en 1ª transformación (59%) y Sectores industrializados integrados verticalmente: Fábricas de cemento, cal, yeso, así como en la industria cerámica y talleres de roca ornamental…

Por otra parte, no hay que olvidar que existen más de 60 tipos diferentes de rocas y minerales industriales , y que su uso está íntimamente ligado a la calidad de vida:

  • Las rocas y minerales industriales, y los materiales derivados de estos han estado siempre estrechamente ligados a todos los aspectos de la civilización, a sus instituciones, sus actividades, su bienestar y su calidad de vida. Son materias primas necesarias e insustituibles para la sociedad.
  • Con frecuencia, el nivel de desarrollo de una sociedad se mide por los usos que cada nación hace de sus propios recursos mineros o con los importados, y su valor económico en las diferentes etapas de procesamiento y utilización.
  • Cada persona consume, en su vida, cerca de 1.000.000 de kilogramos de rocas y minerales industriales, más de 12.500 veces su peso, cantidad equivalente a la transportada en 40 camiones bañera.

Recomendamos la consulta de Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre «La minería no energética en Europa» y la Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones para abordar los retos de los mercados de productos básicos y de las materias prima.

Se trate de una vivienda, de un edificio, de una autopista, de una calle, de un aeropuerto, o de una vía de ferrocarril, las técnicas constructivas requieren cantidades ingentes de rocas y minerales industriales. Las ciudades están construidas con ellos.

De manera no exhaustiva, la industria extractiva es materia prima de los siguientes elementos:

  • Tejas, bloques y ladrillos que se usan para levantar paredes o cubrir los tejados, desde el origen de los tiempos, hasta nuestros días.
  • Roca ornamental, para los revestimientos de paredes, suelos, encimeras de cocina, o para soporte estructural.
  • Revestimientos cerámicos y también, para revestimientos interiores y exteriores.
  • Vidrio (en ventanas).
  • Guarnecidos, enlucidos, prefabricados y relieves arquitectónicos.
  • Morteros, empleados para unir ladrillos o revestir paredes. Un metro cúbico de mortero contiene 1,3 toneladas de áridos.
  • Hormigones, que pueden ser estructurales (cimientos, vigas y pilares), o en masa (pavimentos, etc.). Para la fabricación de 1 metro cúbico de hormigón son necesarias entre 1,8 y 1,9 toneladas de áridos.
  • Prefabricados de hormigón, como ladrillos, bloques, vigas, bordillos, aceras, tuberías, etc.
  • Bases, subbases y aglomerados asfálticos, que son los elementos que componen las carreteras, autovías, calles, aparcamientos, pistas, etc. Por ejemplo, para 1 kilómetro de autopista son necesarias unas 30.000 toneladas.
  • Balasto para construcción de vías férreas, y sobre el que se apoyan las traviesas y los raíles. Un kilómetro de vías de ferrocarril requiere unas 10.000 toneladas de áridos.
  • Piedras y bloques de escollera para puertos.

Multitud de industrias requieren de la materia prima como base de sus productos y artículos.

Por citar algunos nos encontramos con:

  • Industria de la cerámica y vidrio. Una tonelada de vidrio requiere 700 kg de arena muy pura, 300 kg de dolomía y caliza.
  • Fabricación del cemento.
  • Fabricación de metales, (siderurgia, acero, aluminio, oro, platino, magnesio).
  • Revestimientos aislantes y refractarios.
  • Materiales abrasivos.
  • Industria papelera. Una tonelada de papel contiene unos 300 kg de carga mineral.
  • Industria de los plásticos y neumáticos.
  • Industria de la pintura y detergentes. En la fabricación de detergentes, interviene la arena silícea.
  • Industrias químicas. La caliza finamente molida interviene en la composición de numerosos productos químicos.
  • Medicina e industria farmacéutica. Como componentes en medicamentos y la producción de pasta dentífrica.
  • Cosmética.
  • Producción de energía eléctrica – cargas para centrales térmicas, desulfuración de gases, presas para energía hidroeléctrica, placas solares.
  • Industria informática y de comunicaciones (ordenadores, teléfonos móviles, televisiones,…).
  • Usos agrícolas (corrección de suelos, fertilizantes).
  • Aditivos para piensos.
  • Alimentación. Limpieza de vinos, refinación de azúcar, vegetales enlatados y alimentos para animales.
  • Absorbentes.

En la restauración y mantenimiento del ecosistema la industria extractiva juega un papel fundamental.


Permite, entre otras soluciones:

  • Control de procesos erosivos.
  • Lechos filtrantes para la depuración de gases.
  • Tratamiento de suelos.
  • Tratamiento de aguas. Filtración de aguas de consumo humano, depuración de aguas residuales y neutralización de aguas ácidas.
  • Restauración de áreas degradadas.