![Arido 2](https://www.siliceysalud.es/wp-content/uploads/2021/02/Arido-2.jpg)
La exposición a polvo en el lugar de trabajo constituye un factor de riesgo que puede afectar a los trabajadores, generándoles enfermedades respiratorias por exposición al mismo.
El polvo es considerado como un agente químico peligroso; éste puede representar un riesgo para la seguridad y salud de los trabajadores debido a sus propiedades fisicoquímicas, químicas o toxicológicas y a la forma en que se utiliza o se halla presente en el lugar de trabajo.
El polvo puede estar compuesto por partículas o bien por fibras, siendo estas últimas más largas que anchas. En el apartado de La sílice, podemos ampliar información.
![Montana polvo](https://www.siliceysalud.es/wp-content/uploads/2019/10/Montana-polvo-1024x768.jpg)
![Dumper polvo](https://www.siliceysalud.es/wp-content/uploads/2019/10/Dumper-polvo-1024x768.jpg)
Según el tipo de polvo, en nuestro caso en forma de partículas de tamaño microscópico, los efectos sobre la salud pueden ser más o menos graves. No obstante, no hay polvos inocuos; cualquier exposición a polvo supone un riesgo, todo dependerá de diversos factores como la dosis, que es el resultado de considerar de manera proporcional el tiempo de exposición y la concentración de contaminante en el ambiente en mg/m3.
En general, el polvo provoca irritación de las vías respiratorias y, tras exposiciones repetidas, puede dar lugar a problemas pulmonares. Otros tipos de polvo provocan enfermedades específicas, como por ejemplo, las relacionadas con el polvo en general y con la sílice, que son conocidas como neumoconiosis y silicosis.
Según la Instrucción Técnica Complementaria 2.0.02 aprobada por la Orden TED/723/2021, de 1 de julio, del Reglamento General de Normas Básicas de Seguridad Minera que aprueba el Real Decreto 863/1985, de 2 de abril, define el polvo como una suspensión de materia sólida, particulada y dispersa en la atmósfera, producida por procesos mecánicos y/o por el movimiento del aire.