Uno de los pilares fundamentales en la protección y prevención de la exposición a la sílice es que los trabajadores sepan cómo actuar frente a este posible riesgo que se puede presentar en su puesto de trabajo, y para ello es esencial que los trabajadores tengan una información y formación adecuada en materia de prevención y protección frente a la exposición a la sílice cristalina respirable.

Tanto la ITC 2.0.02 del RGNBSM, así como el Real Decreto 665/1997 establecen una formación obligatoria en relación a la exposición a agentes peligrosos en el ambiente.

Concretamente en la ITC viene recogido que «la empresa deberá asegurar que cada trabajador recibe una formación, teórica y práctica, suficiente y adecuada en materia de lucha contra el polvo en su puesto de trabajo».

Además, debe de recibir formación sobre las medidas higiénicas y de protección individual, y que garantice la formación práctica mediante ensayos de ajuste cuantitativos de los equipos de protección respiratoria, con métodos basados en el contaje de partículas como los mencionados en la norma UNE-EN 529:2006.

Asimismo, el RD 665/1997 exige al empresario que tome las medidas apropiadas para garantizar que los trabajadores reciban una formación suficiente y adecuada e información precisa basada en todos los datos disponibles.